Físico: La eliminación de las emociones reprimidas es positiva para la salud. Se reduce el flujo de energía al sistema nervioso autónomo del cuerpo y se desbloquean las improntas emocionales. Por lo tanto, a medida que una persona va vaciando su botella emocional, los trastornos físicos y psicosomáticos se atenúan y, con frecuencia, desaparecen por completo. Se revierten los procesos patológicos en general y se retorna al funcionamiento óptimo.

Conductual: Como se produce una reducción progresiva de la ansiedad y las emociones negativas se incrementa la vitalidad, la energía, la presencia y el bienestar, con un funcionamiento cada vez más eficiente y menos forzado en todos los ámbitos. La persona se encontrará menos cansada, más tranquila, más presente, se tomará las cosas de manera menos personal, y se sentirá más feliz sin que haya nada en concreto que esté produciendo ese estado de felicidad.

Relaciones interpersonales: A medida que renunciamos a las emociones negativas, se produce un progresivo incremento de los sentimientos positivos que deriva en una mejoría rápida en todas las relaciones. Aumenta la capacidad de amar. Los conflictos decrecen de forma progresiva, de manera que mejora el rendimiento vital. La eliminación de los bloqueos permite lograr más fácilmente las metas vocacionales y los comportamientos de autosabotaje y autoengaño basados en las emociones dominantes, disminuyen poco a poco. Se depende cada vez menos del intelecto y se utiliza más la intuición. Con la reanudación del crecimiento personal, se suelen descubrir habilidades creativas y psíquicas, antes ignoradas, que estaban bloqueadas por las emociones negativas. Estas emociones negativas son reemplazadas por sentimientos de aceptación y amor hacia los demás.

Conciencia y espiritualidad: Esta es un área de la vida que se abre por el uso continuo del mecanismo de borrado de emociones negativas. Con la renuncia a las emociones negativas, la persona experimenta cada vez más felicidad, satisfacción, paz y alegría. Se produce una expansión de la conciencia, una realización gradual y se experimenta el verdadero Ser interior. Las enseñanzas de los grandes maestros se despliegan internamente como una experiencia personal. El progresivo abandono de las limitaciones permite por fin la realización de nuestra verdadera identidad. Vaciar las memorias emocionales es una de las herramientas más eficaces para alcanzar las metas espirituales.

Cualquiera puede alcanzar todos estos objetivos con humildad y honestidad, a medida que va vaciando su botella emocional en su día a día. La desaparición de la negatividad y la sustitución por pensamientos y experiencias positivas son procesos que es placentero observar y experimentar. El proceso de vaciado emocional ayuda a las personas a tener estas experiencias gratificantes