A veces, nuestra vida se nos queda atascada en circunstancias de las que pensamos que no podemos salir. Atrapadas en un túnel sin salida, nos quedamos ahí, estancadas, sin tener ni idea de cómo gestionar lo que en ese momento nos está causando tanto dolor. Los pensamientos van a mil, y nos metemos dentro de una especie de ruleta rusa, donde parece que siempre estemos en tensión, prisioneros entre la vida (lo que somos) y la muerte (en lo que nos convertimos). YO PRIMERO es el mantra por excelencia. Yo soy o yo estoy aquí.
Si permites que la situación te frene y te dejas arrastrar por ella cuesta abajo, vas a caer en un pozo muy profundo del que nunca vas a poder ver la forma de escapar. En numerosas ocasiones, se nos presentan este tipo de situaciones para que despertemos de la ceguera del alma. Como se suele decir: «Para despertar tienes que sufrir». Sin sufrimiento no hay manera de salir de la oscuridad.
La ceguera del alma, para mí, es perder el contacto con lo divino, con lo que somos realmente. Y lo solemos hacer siempre de la misma manera, dejándonos a nosotras para lo último. Las personas se dejan engullir por las circunstancias, por los demás y por lo que unas y otros les hacen sentir. Y al final, se olvidan de ellas mismas.
Primero yo, luego yo y después yo
Ponerme YO PRIMERO, darme prioridad ante todo lo que ocurre fuera, ha hecho que me salve de una muerte agonizante de mí misma en vida. Muerte que sufre la mayoría de las personas, por olvidarse de que nada es permanente. El ver todo de manera circunstancial ha hecho que pueda superar momentos muy duros en mi vida. Nada es para siempre, ni yo misma. Si vives la experiencia como algo que no se va a terminar nunca, un embrollo sin fecha de caducidad, del que no puedes salir, que ves como imposible cambiar y que no sabes cómo resolver, lo que en realidad te ocurre es que te estás justificando a ti misma (y a los demás) por algo muy simple: tienes miedo.
Los cambios son vitales, te dan un empujón y te sacan de la muerte en vida. Aceptar lo que nos toca vivir, como eso, sin pensar que puedes vivir lo que te dé la gana es una actitud muy sacrificada. Vida=sacrifico es una creencia grabada a fuego en muchísimas personas. YO PRIMERO es un manifiesto que te propongo para que no te resignes y para que dejes de pensar que las circunstancias no se pueden cambiar. A los demás es difícil cambiarlos, pero tus circunstancias sí que puedes cambiarlas.
Cambia, muévete, haz, sal de la inercia de tu cabeza
Si no te gusta tu trabajo, vete. Si no eres feliz con tu pareja, déjala. Pero no te pases la vida quejándote, porque es muy cansino, no solo para los demás, sino también y sobre todo para ti misma. La queja es el miedo disimulado. La queja es juzgar lo de fuera para no juzgarme a mí. Al no aceptar el miedo, y no reconocerlo en ti, lo único que consigues es que se haga cada vez más intenso. Y terminas por atraparte tú misma en tu propia trampa.
Haz algo, no le des más vueltas, cambia algo en tu vida si no funciona. Empieza por cosas pequeñas, si te cuesta cambiar lo más grande. Te aseguro que no pasa nada, que eres fuerte, que somos resilientes por naturaleza. A veces, tenemos que dar un primer paso, no para ir a lo definitivo, pero ese paso se convierte en un pequeño puente, ya te has movido. Y ese puente te llevará a otro lugar, y así hasta que tú misma decidas dónde quieres quedarte. Y no tiene que ser para siempre, no veas la vida como un contrato indefinido, la vida no se ajusta a contratos, es expansión constante. Nunca se detiene y siempre te da infinitas oportunidades de ser tú misma. YO PRIMERO, me digo siempre. Pon límites fuera, aprende a decir que no y deja de justificar a los demás cuando te hagan daño.
YO PRIMERO significa YO ME QUIERO
Si estás aburrida, haz algo divertido, deja que se te vaya la olla, date el placer de un subidón de adrenalina, ¡es bueno! YO PRIMERO es también divertirme y reírme cada día. ¿Por qué voy a resignarme a una vida gris y monótona soñando en lo que me gustaría hacer sin hacerlo nunca? ¿Acaso piensas que no te mereces ser feliz?
Si alguien abusa de ti, denúncialo. No esperes a que otras lo hagan, porque el tiempo que tardas en hacerlo es tiempo que permites que siga el abuso.
Cuando intenten manipularte, no te resignes, no tengas miedo a perder a esa persona, plántale cara, muestra quién eres de verdad. Si no te haces valer, nadie te valorará.
No vayas por la vida mendigando el cariño de los demás. Si alguien te quiere de verdad, te lo demostrará de mil maneras. Si no te quiere, no lo hará de ninguna. No malgastes tu vida esperando un amor que no va a llegar. YO PRIMERO es amarte a ti misma tanto que tu felicidad no dependa de nadie, solo de ti.
Rebélate y abraza tu propia libertad
Rompe vínculos, sal de lo socialmente correcto, sé incorrecta, haz lo que te dé la gana, pero no de cara a la galería, sino por ti, por respeto y amor hacia tu verdadera libertad. Haz CONTIGO lo que te dé la gana, sin juicios, sin hacerte daño. Rebélate contra lo que crees que eres, contra lo que los otros te han dicho que eres. Tú eres tú y eres única.
Cada una de nosotras tenemos algo especial. Si cada una potenciáramos el don genuino que tenemos, automáticamente haríamos del mundo un lugar más bonito. A veces no tiene por qué ser nada aparentemente extraordinario. Ser feliz no debería ser una paga extra, sino el pan nuestro de cada desayuno. Lo que cada uno es, es de por sí ya algo extraordinario. Cada ser vivo cumple una función esencial en el conjunto del universo, nada ni nadie existe porque sí. Si estás aquí es por algo y además, por algo muy importante.
Seguir el comportamiento del rebaño significa que son los demás los que dirigen tu vida, y eso no puede ser. El YO PRIMERO es para que no formes parte de nada que no sea algo que aporte un bien común a todos, no solo a unos pocos.
El ego lucha contra el ego y se queda enrocado. El amor no lucha, se expande. Expándete, no te limites a lo que no eres. La abundancia se manifiesta y es infinita cuando crees que así es. Mientras pienses que precisas de un medio para conseguirla, no conseguirás nada más que lo mismo que tienes. Esperando lo único que haces es perder el tiempo, o más bien perder la vida.
YO PRIMERO. Sin excusas.
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