El miedo no puede dominar tu vida, tú a él sí.
Toma el control de tu vida, evita que sea el miedo el que la controle. El miedo se alimenta cada día sin que tú te des cuenta. Tus pensamientos son su mayor fuente de alimentación. Lo más interesante es que es justamente el miedo el que atrae a estos pensamientos a tu mente. Lo hace para volverse cada vez más poderoso. Y tú, mientras tanto, te vuelves loco intentando que dichos pensamientos no te generen más miedo.
Controlar los pensamientos a través de técnicas de meditación es una buena opción. Pero, ¿y sí los pensamientos no son el problema principal? ¿Y sí resulta que la emoción, una vez activada por alguna circunstancia externa, los atrae? Muchas personas meditan, pero aún y así el miedo sigue dominando sus vidas. Liberarse del miedo es más fácil de lo que parece. ¿Quieres ser tú quien controle tu vida en vez del miedo? En mi terapia de Lectura de Alma enseño a las personas qué clase de acciones inconscientes son las que alimentan su miedo, y también a observar la tendencia de su mente a ir al pasado o al futuro para adelantarse a los acontecimientos de manera negativa.
En mi libro ¿Y si no eres quien realmente piensas que eres? te enseño a ver de qué manera actúan las personas y por qué acaban atrayendo a sus vidas siempre aquello que más temen. Hagas lo que hagas, lo que más miedo te da acabará sucediendo. Y no hablamos de circunstancias, sino de cómo te harán sentir. Eso es lo que se repite de manera incesante. Si tienes miedo a la soledad, acabarás sintiéndote sola.
Ya sé, suena horrible. Sin embargo, nosotros tenemos a nuestra disposición todo lo necesario para que eso no ocurra. En mi terapia y en mis charlas, siempre os doy herramientas para ayudar a disolver ese miedo exaltado que, como un fantasma, siempre permanece oculto impidiéndote vivir tranquilo. Mi acompañamiento durante las sesiones terapéuticas tiene un solo propósito, que puedas vivir sin miedo.
¿Cuántas veces te han dicho que el miedo no existe, que los monstruos solo están en la imaginación? La verdad es que el miedo se manifiesta en tu mente desde la memoria emocional con la que llevas cargando toda la vida. Esa memoria hace que no puedas responder a ninguna situación nueva sin reaccionar condicionado por lo que ya has vivido antes.
El miedo, entendido como mecanismo de defensa de nuestra supervivencia, es normal y necesario. Pero el miedo del que hablamos aquí, no. Al revés, tu mente puede pasarse horas e incluso días pensando en las mismas cosas, atormentada por los mismos deseos y los mismos miedos. Ese estado de alteración emocional no para de alimentarse y tú no sabes cómo pararlo. Yo te ayudo a ello, pero primero tienes que aceptar que eres tú el único que tiene la potestad de decidir qué quieres que te afecte y qué no.
«Todos tus miedos son imaginarios, es una buena noticia porque eso significa que puedes hacer que desaparezcan».
Es tu responsabilidad evitarte el sufrimiento. Amarse a uno mismo no consiste solo en cuidar la alimentación, hacer ejercicio y meditar, sino también en observar lo que piensas. Tus pensamientos son tu mayor enemigo, porque hay una mano oculta que mueve los hilos de tu mente, y no es la tuya. Para poder verla, tienes que salir del automatismo y convertirte en el observador. Cuando eso ocurre, tu vida cambia por completo y logras comprender aspectos de ti que antes ni siquiera veías.
La ilusión, la maya es la realidad en la que vives pensando que es tu vida. Y lo mejor es que puedes cambiarla desde tus propias creencias. Ahora te volveré a hacer la misma pregunta: ¿Quieres ser tú quien controle tu vida en vez del miedo? Lo que crees creas. Hoy es un buen día para empezar. Os recomiendo la película de Alma Salvaje, un claro ejemplo de superación.